Sociedades Secretas
El ser humano es un ser social y, por definición, su
supervivencia se basa en la interacción de si con sus semejantes.

Las sociedades humanas se basan en la cooperación de sus
miembros para conformar un mecanismo perfecto y armónico cuya meta original
seria lograr la proliferación de la especie. Claro está que este concepto es
una aseveración idealista y, observando los tiempos actuales, casi utópica. En
todo caso, internamente, más allá de las grandes sociedades (en las cuales se
comparten costumbres propias, lenguaje, arte determinado, etc., ósea, las
sociedades que conforman naciones y en las que se divide la población humana),
dentro de estas, las personas aún demuestran una necesidad de colocarse en un
grupo un poco más delimitado en el cual saciar su “apetito de pertenencia” (la
necesidad del hombre de pertenecer a un circulo de semejantes). Sub-culturas,
contra-culturas o asimismo culturas específicas como sean, por ejemplo, el
movimiento Dark, el Gótico o el Punk como expresiones de ideologías paralelas
al pensar común de las masas.
Así también se conforman otra clase de organizaciones que no
se relacionan con una cultura o costumbres específicas, sino con códigos o
reglas comunes motivadas hacia un propósito universal o una meta para la cual
dicha “asociación” fue concebida. Así entonces se crean las sociedades dentro
de sociedades, círculos dentro de círculos.
Muchas de estas sociedades o grupos se muestran abiertas a
nuevos miembros y son de basto conocimiento público. Pero la moneda siempre
posee dos caras, y es entonces cuando se habla de las tan controversiales como
enigmáticas sociedades secretas. Grupos cuantitativamente delimitados cuyos
miembros son especialmente escogidos y que permanecen en la clandestinidad, ya
sea para mantener sus actividades en secreto o para proteger la exclusividad de
sus miembros.
A lo largo de la historia, ya sea en su contexto contemporáneo
o antiguo, las sociedades secretas (muchas de las cuales se dieron a la luz,
como en el caso de los masones entre otros) han mostrado interés en causar
cambios sociales en las regiones en las que actúan, no limitándose tan solo a
actuar desde afuera, sino posicionando a muchos de sus miembros en altos rangos
en el gobierno y/o en empresas poderosas. Desde religiosos hasta militares,
pasando por obreros y miembros de la clase alta, también remontándonos a los
antiguos templarios y retornando a las modernas sectas satanistas. La lista ya
es bastante extensa sin siquiera hablar de las sociedades de las cuales aún no
tenemos conocimiento. Y todas, más allá de sus diferencias o métodos, poseen
pilares en los cuales se sostiene cada miembro, ideologías en las cuales basar
su estilo de vida. Y claro está que el individualismo no tiene cabida en este
tipo de agrupaciones, o al menos en la mayoría.
Y ya que hemos hablado de su interés en intervenir en el
mundo, cabe el preguntarnos, ¿hasta qué punto estas sociedades secretas han
estado directamente involucradas en los hechos resonantes de la historia? o
¿Qué tanto poder han adquirido? Pero cada grupo es diferente, y no todos siguen
la misma meta, por lo tanto se debe delimitar y nombrar a cada secta por separado
para así comprender su ideología y su manera de ver el mundo, entonces entender
el porqué de sus actos.
Por razones personales (ya sea tedio o poca voluntad) solo
profundizaré en las más conocidas y poderosas órdenes que la historia ha
acunado en sus miles de páginas.